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En muchas ciudades el centro era habitado por personas de bajo nivel económico.
Con el boom inmobiliario, esta gente fue expulsada a la periferia para tirar lo viejo y construir edificios emblemáticos que atrajeran a turistas y viviendas nuevas a precios desorbitados.
Jordi Colomer reproduce esos edificios emblemáticos en cartón y los monta sobra un eje como si de un pendón festivo se tratase. Una persona lo traslada desde la zona donde han especulado con la vivienda a el barrio de las afueras donde se han tenido que ir los exiliados.
El artista, Jordi Colomer, nos lo contó ayer dando una charla en el Museo Patio Herreriano.
Cuando salimos, le dije a mi amigo Morgan: ¿Cómo es posible que la gente diga que el arte contemporáneo es una mierda?¿Hay alguien que no pueda entender esta obra sin emocionarse?
2 comentarios:
De acuerdo Lucía, hay obras emocionantes...........
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