sábado, 4 de diciembre de 2010

Estupefacto

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El carnicero de mi madre no se podía creer que me llevara dos paquetes de harina para freír pescado sólo porque me gustara el envoltorio.
Uno es para mi, ya está puesto en mi cocina, y otro para mi amiga Arancha.
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4 comentarios:

el maletero dijo...

¡Qué bonita sonrisa! ¡Con coloretes!

lucía ordóñez dijo...

El carnicero me repitió varias veces:
Es que sólo es para freír pescado.
Y yo: Que me da igual, que sólo la quiero por el paquete.
Tampoco entendía que me llevara dos. Le tuve que explicar que uno era para una amiga.

el maletero dijo...

Y es que el naming es tope guai, la verdad.

alba fraile calvo dijo...

No es para menos, me encanta la ilustración de la muñequita, rubia con esos coloretes, es graciosísima!