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En la parte de atrás de la Facultad de Bellas Artes había una piscina vacía. Los amigos bajábamos a comer allí cuando empezaba el buen tiempo para seguir trabajando por la tarde en los talleres. Tuvimos la suerte de hacer una carrera que nos gustaba.
A mis alumnos siempre les digo: Elegid lo que os emocione.
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7 comentarios:
Hace un par de semanas estuve visitando unos dias a Judith en Salamanca, y nos pasamos por la facultad para ver los talleres, y como no, vimos la piscina.
Hola Fran, sigues ahí.
Aquella piscina era un lugar con pátina, mágico.
En el blog de Flores en el ático, Remedios, creo recordar que puso una entrada con piscinas.
Un beso
Lucía, claro que si, aunque no escriba, sigo tus entradas nuevas.
Un beso
Son lugares mágicos de por sí, como el azul piscina. Hace poco volví a ver "La tormenta de hielo", dos de los protagonistas tienen una piscina abandonada como punto de encuentro. Son lugares imantados.
Qué bonito lo que escribes, Santi.
la piscina...vacía.
Yo diría LLENA de vacío porque a veces pesa tanto....
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