Lucía! me ha encantado esta ilustración, aprovecho para decirte, perdirte mas bien, que por favor sigas actualizando el blog, no lo dejes nunca que me daria mucha pena, y ya que este ha sido el ultimo año que me daras clase, por lo menos déjame imaginar que me contarias si fueras otra vez mi profe.. un saludo!
Yolanda Moreno sólo tocó las teclas del ordenador al dictado de LA MAESTRA. La sinfonía es solamente de Lucía. Aprovecho para decirle a Alba que yo pagaría por asistir a las clases de Lucía, y Lucía no me cree. No podéis ser conscientes todavía de lo que esta mujer os ha entregado. Os tenéis que quedar con su emoción, con la que os transmite a vosotros y la que nos transmite a nosotros, sus amigos, hablando de vuestros trabajos mientras nos cocina unas alcachofas.
Yo no se diseñar sin mi Layolan, por algo será. A mi se me había ocurrido el cartel blanco con las letras en rojo y así hicimos el primero. Se quedaba sin fuerza, sin ganas, aquello no hablaba de Javier Cabornero. A Layolan se le ocurrió cambiar el orden y aquí está.Blanco sobre rojo. Ahora sí que funciona.
De Javier admiro como usa la palabra, su ironía tan bien dosificada, su buen humor y su ternura.
En la comida de su jubilación, le entregamos este cartel impreso sobre papel. Salí a leerlo muy nerviosa. Cuando terminé me dio un abrazo y me dijo: Lucía, sabes que te quiero muchísimo, lo sabes ¿no?.
Fue un rato muy emotivo. Yo ya no sabía dónde esconder las lágrimas.
8 comentarios:
Lucía! me ha encantado esta ilustración, aprovecho para decirte, perdirte mas bien, que por favor sigas actualizando el blog, no lo dejes nunca que me daria mucha pena, y ya que este ha sido el ultimo año que me daras clase, por lo menos déjame imaginar que me contarias si fueras otra vez mi profe..
un saludo!
Quiero que el Ministerio me ponga todos los años una alumna como tú en mis clases. Ha sido un placer conocerte.
Yolanda Moreno sólo tocó las teclas del ordenador al dictado de LA MAESTRA. La sinfonía es solamente de Lucía.
Aprovecho para decirle a Alba que yo pagaría por asistir a las clases de Lucía, y Lucía no me cree.
No podéis ser conscientes todavía de lo que esta mujer os ha entregado. Os tenéis que quedar con su emoción, con la que os transmite a vosotros y la que nos transmite a nosotros, sus amigos, hablando de vuestros trabajos mientras nos cocina unas alcachofas.
Yo no se diseñar sin mi Layolan, por algo será. A mi se me había ocurrido el cartel blanco con las letras en rojo y así hicimos el primero. Se quedaba sin fuerza, sin ganas, aquello no hablaba de Javier Cabornero. A Layolan se le ocurrió cambiar el orden y aquí está.Blanco sobre rojo. Ahora sí que funciona.
Bueniiisimo lucia !!!!!
me ha encantado, que dira Javier de esto ???
De Javier admiro como usa la palabra, su ironía tan bien dosificada, su buen humor y su ternura.
En la comida de su jubilación, le entregamos este cartel impreso sobre papel.
Salí a leerlo muy nerviosa. Cuando terminé me dio un abrazo y me dijo: Lucía, sabes que te quiero muchísimo, lo sabes ¿no?.
Fue un rato muy emotivo. Yo ya no sabía dónde esconder las lágrimas.
El que haya tenido la gran suerte de tener a Javier Cabornero como profesor de Lengua y Literatura sabrá muy bien de que habla este cartel.
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