Os pongo esta redacción de un niño. La original permanece en el Museo Pedagógico de París.
Yo la leí por primera vez en mi segunda sala de profesores, en 1997_ 1998 y de repente, el otro día estando con Consuelo y Elena, me acordé de ella.
El pájaro del que voy a hablar es el búho. El búho no ve de día y de noche es más ciego que un topo. No sé gran cosa del búho, así que continuaré con otro animal que voy a elegir: la vaca.
La vaca es un mamífero. Tiene seis lados: el de la derecha, el de la izquierda, el de arriba, el de abajo. El de la parte de atrás tiene un rabo, del que cuelga una brocha. Con esta brocha se espanta las moscas para que no caigan en la leche. La cabeza sirve para que le salgan los cuernos, y además porque la boca tiene que estar en alguna parte. Los cuernos son para combatir con ellos. Por la parte de abajo tiene la leche. Está equipada para que se le pueda ordeñar.
Cuando se le ordeña, la leche viene y ya no para nunca. ¿Cómo se las arregla la vaca? Nunca he podido comprenderlo, pero cada vez sale con más abundancia.
El marido de la vaca es el buey. El buey no es mamífero, la vaca no come mucho pero lo que come, lo come dos veces, así que ya tiene bastante. Cuando tiene hambre, muge, y cuando no dice nada, es que está llena de hierba por dentro.
Sus patas le llegan hasta el suelo. La vaca tiene el olfato muy desarrollado, por lo que se le puede oler desde muy lejos. Por eso es que el aire del campo es tan puro.
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