Los alumnos tenía que traer un zapato con el que les hubiese sucedido algo bueno y forrarlo con cinta adhesiva transparente (primera capa con el pegamento hacia arriba y todas las demás con el pegamento hacia abajo). Una vez hecho cortaban en zig zag una zona del zapato de plástico para poder sacar el zapato original.
El trabajo, como podéis ver en la foto, se presentaba puesto en su pie.
Yo llevé una silla heredada de mi querida abuela para que se sentaran.
La esquina del encerado queda bastante mal, lo se, pero encontrar un rincón en el que el suelo y la pared funcione bien no fue imposible.
Felicidades a mis alumnos de 4º de la ESO. Habéis hecho un buen trabajo. Puedo decir que hemos empezado con buen pie. Ojalá continuemos así hasta el final.
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